Las mejores recetas de cocina mediterránea
Prepara con nosotros las mejores recetas de cocina mediterránea y descubre todas las bondades gastronómicas de esta región de productos y sabores únicos.
La cocina mediterránea es la cocina que se practica en el entorno del Mar Mediterráneo, una cocina heterogénea en países que comparten diferentes elementos comunes, determinados en gran medida por el clima mediterráneo y la agricultura, ganadería y pesca de esta región. Nos encontramos ante una cocina donde ganan protagonismo las verduras, las hortalizas, las frutas, las legumbres, los cereales, el pescado azul, los frutos secos y por supuesto el aceite de oliva, donde productos como la carne se consumen con moderación y donde el ganado se emplea principalmente para obtener leche, queso o yogur. Los productos de temporada están siempre a la orden del día y la variedad y el equilibrio nutricional priman. La cocina mediterránea está considerada como una de las mejores y más equilibradas cocinas de mundo y es replicada por sus propiedades y beneficios.
Si tú también te rindes ante los encantos de la llamada dieta mediterránea no tienes más que seguir leyendo. Hemos preparado las mejores recetas de cocina mediterránea para ponértelo fácil. Descubre a qué sabe el Mediterráneo disfrutando de platos tan refrescantes como un gazpacho, tan contundentes como unas lentejas o tan irresistibles como los distintos arroces marineros que podemos encontrar en la carta de cualquier restaurante a pie de playa. ¿Preparados para saborear el Mediterráneo en todo su esplendor?
Gazpacho andaluz casero
Se puede dar por inaugurado el verano con el primer gazpacho de la temporada. Esta es una receta muy fácil y rápida de preparar y el resultado es un gazpacho muy refrescante y nutritivo ya que en su elaboración se emplean hortalizas frescas de la tierra y propias de la estación estival. Su agradable sabor y su característico frescor hacen del gazpacho una bebida ideal para tomar como si de un refresco se tratara.
Como toda receta tradicional, el origen del gazpacho actual no está del todo claro. Algunas fuentes sitúan los primeros registros del gazpacho en el Al-Ándalus del siglo VIII con una receta inicial compuesta por pan, agua, aceite, vinagre y ajo. Sin embargo, la incorporación del tomate al gazpacho, su ingrediente protagonista, no tuvo lugar hasta el siglo XIX.
La clave de la receta ganadora del auténtico gazpacho andaluz es la elección de unos buenos tomates maduros, carnosos y sabrosos como el tomate de pera, variedad ideal para la elaboración de esta deliciosa sopa fría.
Hoy en día, además del tradicional gazpacho andaluz, han surgido infinidad de versiones tan curiosas como originales.
Gazpacho andaluz recién servido
Información de la receta
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo total: 15 minutos
Raciones: 6, 1600 ml
Categoría: entrante
Tipo de cocina: andaluza
Calorías por ración (kcal): 165
Ingredientes del gazpacho andaluz para 6 personas
1 kg de tomates maduros
1 pimiento verde italiano
100 g de pepino
1 diente de ajo
50 ml de aceite de oliva virgen extra
25 ml de vinagre de vino blanco
70 g de pan del día anterior
300 ml de agua fría
6 g de sal fina
Para el acompañamiento (opcional):
Tomates cherry
Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
Pepino cortado en daditos
Cebolla cortada en daditos
Unos picatostes
Ingredientes para hacer el gazpacho andaluz
@Latoneira
Cómo hacer gazpacho andaluz
Lo primero que tenemos que hacer es lavar 1 kg de tomates maduros y retirarles el pedúnculo. A continuación, los troceamos en dados.
Tomates troceados para hacer el gazpacho
Lavamos muy bien 1 pimiento verde italiano y le retiramos las pepitas y el pedúnculo. Lavamos también 100 g de pepino. Pelamos 1 diente de ajo, le retiramos el germen para que el gazpacho no repita y cortamos estos tres ingredientes grosso modo.
Pimiento verde, pepino y ajo troceados
Introducimos en un recipiente alto y amplio los tomates que habíamos troceado; el pimiento verde, el pepino, el diente de ajo, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 25 ml de vinagre de vino blanco, 70 g de pan del día anterior, 300 ml de agua fría y 6 g de sal fina.
Vista de los ingredientes del gazpacho andaluz antes de triturar
Con la ayuda de una batidora de mano, trituramos estos ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Comprobamos si la textura del gazpacho es de nuestro gusto. Si lo queremos más líquido, podemos añadir un poco más de agua. Lo probamos para comprobar si necesita el ajuste de algún ingrediente y, a continuación, lo refrigeramos al menos durante 1 hora para que los sabores se asienten, su textura adquiera una mayor consistencia y para que el gazpacho esté realmente bien fresquito a la hora de consumirlo.
Aspecto del gazpacho andaluz tras triturar los ingredientes
De forma totalmente opcional, en el momento de servir el gazpacho, podemos decorar cada ración con medio tomate cherry, un hilo de aceite de oliva virgen extra, unos daditos de pepino y de cebolla, y unos picatostes para darle un toque crujiente.
Presentación del gazpacho andaluz
Resumen fácil de preparación
Lava los tomates, retírales el pedúnculo y córtalos en dados
Lava un pimiento verde y un pepino; retira las pepitas y la parte blanca del pimiento verde italiano y trocea grosso modo ambos ingredientes; pela y retira el germen al diente de ajo y pícalo
Introduce en un recipiente los tomates, el pimiento verde, el pepino, el ajo, el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de vino blanco, el pan, el agua fría y la sal
Tritura hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Refrigera el gazpacho andaluz durante 1 hora
Opcionalmente, acompaña el gazpacho con tomates cherry, aceite de oliva virgen extra, pepino y cebolla en daditos, y picatostes
Paella valenciana tradicional
La paella, o paella valenciana, como se le conoce fuera de Valencia, es sin lugar a dudas uno de los platos más representativos de la gastronomía española. No se trata de un plato difícil de hacer, aunque es cierto que tiene sus pequeños trucos y peculiaridades.
A continuación, indicamos los tiempos aproximados y volumen de caldo también aproximado para la cocción de las principales variedades de arroz utilizadas en las paellas, los cuales tendremos que ajustar según nuestras circunstancias.
¡Vamos con la receta!
Información de la receta
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de cocción: 1 hora y 45 minutos
Tiempo total: 2 horas
Raciones: 4
Categoría: plato principal
Tipo de cocina: valenciana
Calorías: 175 kcal por cada 100 g
Ingredientes de paella valenciana tradicional para 4 personas
400 g de arroz con D.O. Arròs de València (variedad Senia, Albufera o Bomba)
Medio pollo cortado en trozos no muy grandes (sobre 900 g)
Medio conejo cortado en trozos no muy grandes (sobre 500 g)
El higadillo del conejo
200 g de judías verdes planas (a poder ser variedades ferraura y roget a partes iguales)
100 g de garrofó
100 ml de aceite de oliva virgen extra
2 tomates maduros para rallar
15 g de sal
1 g de azafrán
1 cucharadita de pimentón dulce
Unas ramitas de romero
Agua
Utensilios necesarios:
Una paella de 50 cm de diámetro medidos en su parte superior sin contar las asas
Para cocinar la paella a gas: un aro paellero de 38 cm de diámetro y gas
Para cocinar la paella a leña: un trébede de 35 cm de diámetro y leña de naranjo
Ingredientes de la paella valenciana
Cómo hacer la auténtica paella valenciana
En primer lugar, preparamos los ingredientes de la paella: repasamos bien los trozos de carne con las manos, retirando aquellos huesecillos sueltos o a punto de soltarse, los cuales se han generado al astillarse los huesos en el corte de la carne, especialmente en la carne de conejo. Retiramos también restos de plumas si las hubiera, y terminamos de cortar aquellos trozos que veamos más grandes. Lavamos y secamos las verduras. Cortamos las judías en tres trozos con las manos, y rallamos el tomate con un rallador grueso.
Preparar los ingredientes de la paella
A continuación, comenzamos como tal con nuestra paella: el primer paso de todos, es colocar la paella sobre el trébede si la hacemos a leña, o bien sobre el aro paellero, si la hacemos a gas, y nivelarla. Para ello en un primer lugar la nivelamos a ojo. Normalmente los trípodes o las patas del aro paellero tienen un ajuste para poder dejar la paella completamente nivelada. Si no fuera el caso, un truco para poder nivelarla en cualquier situación, es colocar una moneda bajo aquella pata que necesite ser elevada. Una vez nivelada la paella a ojo, ponemos todo el aceite de oliva virgen extra en el centro de la paella y esperamos unos minutos observando si este se mantiene en el centro, en cuyo caso la paella estaría perfectamente nivelada. Si el aceite se desplazara hacia un lado deberíamos elevar un poco más la pata del lado hacia el cual se desplaza el aceite. Una vez tengamos el aceite en el centro de la paella, ponemos sal alrededor de este según se ve en la fotografía.
Poner la sal en la paella
Comenzamos a calentar el aceite a fuego moderado en el centro de la paella. Si usamos aro paellero, de momento trabajaremos únicamente con el aro central encendido. Cuando el aceite esté caliente, añadimos la carne.
Doramos la carne generosamente y sin miedo ya que este paso es fundamental para conseguir posteriormente un caldo contundente y lleno de sabor: vamos moviendo los trozos de carne por toda la paella para que se doren en toda su superficie y de paso se impregnen con los granos de sal que habíamos depositado en el contorno de la paella. Este paso puede llevarnos fácilmente 30 minutos. No se trata de quemar la carne. Se trata de dejarla con un precioso e intenso tono dorado por toda su superficie.
Dorar la carne de la paella valenciana
Poco antes de finalizar el dorado de la carne, añadimos a la paella los higadillos del conejo y los cocinamos completamente. Una vez cocinados los higadillos, tenemos dos opciones; bien retirarlos de la paella para que se los coma un voluntario presente, bien dejarlos hasta el final.
Añadir los hígados
Una vez tengamos toda la carne dorada, la apartamos hacia los bordes de la paella y pasamos a cocinar las verduras: añadimos en el centro de la paella las judías y las doramos ligeramente a fuego suave. A continuación, añadimos el garrofó y procedemos de la misma manera. No debemos cocinar las verduras en exceso ya que perderían su textura pudiendo llegar a deshacerse.
Añadir las judías y el garrofó
Una vez cocinadas las verduras según el paso anterior, apartamos estas al borde de la paella, junto a la carne, y despejamos de nuevo el centro de la paella para sofreír ahí el tomate rallado. Podremos observar que, al sofreír el tomate, los jugos pegados en la paella comienzan a desprenderse, así que vamos revolviendo en integrándolos con el tomate.
Añadir el tomate rallado
Cuando el tomate comience a caramelizarse, lo mezclamos con la carne y las verduras que teníamos apartados en el borde de la paella y cocinamos todo el conjunto unos minutos. Este paso es mágico para el resultado final ya que cuando el tomate se integra con los jugos de las carnes, este comienza a caramelizarse integrando e intensificando los sabores y aromas de todos los ingredientes.
Mezclar el tomate con el resto de ingredientes
A continuación, añadimos el pimentón dulce y el azafrán. Rápidamente removemos e integramos estas especias con el resto de ingredientes durante unos instantes, tratando de evitar que el pimentón se queme, lo cual arruinaría nuestra paella.
Añadir el azafrán
Inmediatamente tras el paso anterior, añadimos el volumen de agua correspondiente a la variedad de arroz que hayamos escogido y tomamos una referencia del nivel de líquido en la paella en ese preciso instante, tal como habíamos indicado en el apartado “proporción caldo/arroz” de la introducción de esta receta.
Tomar medidas de referencia
Una vez tomada la referencia del caldo que necesitaremos para cocer nuestro arroz, añadimos agua hasta llenar completamente la paella. En este momento, si estamos haciendo una paella a leña, repartimos el fuego por toda la superficie de la paella. Si estamos haciendo nuestra paella a gas con un aro paellero, este es el momento de encender el aro externo y dejar los fuegos de todos los aros a un nivel medio-bajo para que el caldo se cocine lentamente, pero sin dejar de borbotear.
Mientras se cocina el caldo nos vamos fijando cómo va reduciendo poco a poco. Debemos estar muy atentos cuando el nivel del líquido se aproxime al nivel de referencia que habíamos tomado. En este punto probamos el caldo y debemos notarlo ligeramente salado. Si fuese necesario, rectificamos de sal.
Caldo de la paella
Si por alguna razón nos pasamos y nos quedamos con menos caldo que el nivel de referencia que habíamos tomado, o bien, todavía no han llegado nuestros invitados, no pasa nada, podemos añadir agua al caldo, aunque en este caso añadiremos la suficiente para quedarnos claramente por encima del nivel de referencia, para que así el caldo no quede aguado y vuelvan a integrarse los sabores mientras el caldo se va consumiendo de nuevo. Esta operación podemos hacerla tantas veces como necesitemos. De hecho, este es un buen truco para poder ajustar el servir la paella a una hora determinada, ya que, una vez alcanzado el nivel de referencia y añadido el arroz, el tiempo de descuento será exacto: el tiempo de cocción del arroz más los cinco minutos de reposo previos a la degustación.
Bien, llegamos al momento clave de nuestra deliciosa paella; el nivel del caldo está exactamente en el punto de habíamos tomado como referencia, así que es el momento de echar el arroz. Para ello, liberamos un poco uno de los diámetros de la paella y depositamos ahí todo el arroz. Acto seguido repartimos el arroz por toda la paella cuidando que no se nos quede ningún grano sobre los ingredientes fuera del caldo, acomodamos la carne y las verduras de forma homogénea por toda la paella, subimos el fuego y a partir de este momento no volvemos a tocar el arroz.
Añadir el arroz de la paella
Una vez hemos añadido el arroz, no podemos perder de vista nuestra paella, ya que la cocción debe seguir una progresión adecuada para que el arroz quede seco en el tiempo adecuado. El esquema habitual de cocción de arroz en paella es: fuego alto durante los primeros 4-5 minutos. Fuego medio durante los siguientes 5 minutos. A partir del minuto 10, fuego bajo hasta el final de la cocción. En cuanto veamos que el arroz comienza a asomarse a la superficie, ponemos dos o tres ramitas de romero.
Incorporar el romero
Conforme se vaya acercando el final de la cocción del arroz, debemos afinar el oído y el olfato, ya que nuestra paella comenzará a chisporrotear. Esto ocurre cuando el caldo prácticamente se ha consumido y comienza a formarse el tan preciado socarrat. Cuando oigamos el mencionado chisporroteo y comencemos a percibir un aroma tostado es cuando nuestro socarrat se está formando, si esto coincide con nuestro último minuto de cocción, no tendremos que hacer nada. Con toda seguridad se habrá formado la cantidad perfecta de socarrat de forma natural. Si este chisporroteo lo escuchamos tras haber alcanzado el tiempo de cocción del arroz, subimos un poco el fuego durante unos instantes, con mucho cuidado, y a continuación apagamos el fuego.
Retiramos el romero húmedo de la paella y si queremos, añadimos dos ramitas secas a modo de decoración. Ya casi tenemos lista nuestra paella. Solamente necesitamos dejarla reposar unos 5 minutos y ¡a disfrutar!
Ensalada caprese
La ensalada caprese es un icono gastronómico de Italia, concretamente de la región italiana de Campania, donde se sitúa la isla de Capri, a la que se le atribuye el origen de esta ensalada. Sus tres ingredientes principales, tomate, mozzarella y albahaca, se combinan recreando con sus colores la bandera italiana, los cuales, rociados con un buen aceite de oliva virgen extra, forman una de las ensaladas más deliciosas de las que se puede disfrutar en verano.
Pese a la aparente simplicidad de esta ensalada, hay una serie de puntos clave para preparar una auténtica y suculenta ensalada caprese:
El tomate: debe ser fresco, de temporada, turgente, y no excesivamente maduro. La receta original napolitana, recomienda preparar la ensalada caprese con pomodoro fiascona, aunque podemos utilizar otras variedades carnosas, y también recomendadas, como el exquisito tomate corazón de buey o cualquier otra variedad de pulpa compacta disponible en nuestra zona.
El queso: debemos escoger un queso de calidad, que puede ser fiordilatte o bien, mozzarella de búfala, que seguramente conseguiremos con mayor facilidad. En ningún caso utilizaremos queso fresco o cualquier otra variedad similar. Es muy importante escurrir adecuadamente el queso elegido antes de montar el plato, para evitar aguar la ensalada.
El grosor de las rodajas: debemos tener la precaución de cortar el tomate y la mozzarella en rodajas de grosor similar, evitando que estas sean demasiado gruesas o demasiado finas. Un grosor aproximado de medio centímetro sería el corte ideal.
Ojo con la sal: la sal debe aplicarse al final y únicamente sobre el tomate, evitando verter esta sobre la mozzarella.
La albahaca: la albahaca a utilizar, debe ser de hoja grande, fresca, y debemos colocarla en la ensalada en el último momento, para evitar que ennegrezca. Debemos cortarla con las manos, y en ningún caso triturarla, ni añadir salsa pesto en su lugar.
Aceite de oliva virgen extra: por último, es fundamental elegir un buen aceite de oliva virgen extra, afrutado, y utilizarlo en su justa medida. Bañar la ensalada con un pozal de aceite, por excelente que sea, con toda seguridad, acabaría arruinando nuestra deliciosa ensalada.
Con buena materia prima y siguiendo estos pasos, no será necesario agregar ningún otro tipo de aderezo que pudiera desprestigiar la receta original de la ensalada caprese y enmascarar el delicado sabor del tomate y la mozzarella acompañados del sutil aroma de la albahaca recién cortada.
Información de la receta
Tiempo de preparación: 10 minutos
Tiempo total: 10 minutos
Comensales: 2
Tipo de comida: entrante
Tipo de cocina: italiana
Calorías: 95 kcal cada 100 g
Ingredientes de la ensalada caprese para 2 personas
2 tomates frescos de temporada
120 gramos de mozzarella fresca de búfala
Unas hojas de albahaca
1 chorro de aceite de oliva virgen extra
Sal en escamas
1 toque de pimienta negra recién molida (opcional)
Ingredientes de la ensalada caprese
Cómo hacer la ensalada caprese
Cortamos los tomates en rodajas de medio centímetro aproximadamente.
Cortar los tomates
Dejamos escurrir la mozzarella, y una vez escurrida, la cortamos en rodajas de grosor similar a las de tomate.
Cortar la mozarella
Disponemos en un plato las rodajas de tomate y mozzarella de forma alterna y sobre estas las hojas de albahaca.
Colocar y aliñar
Aliñamos la ensalada con un hilo de aceite de oliva virgen extra, una pizca de sal (solo sobre el tomate) y de forma opcional, un toque de pimienta negra recién molida, que, aunque no es necesaria, aporta un interesante matiz y realza visualmente el plato.